jueves, 6 de octubre de 2011

Sensaciones.

Los días pasan y me muero, muero por ti, por la cercanía de tu piel, por oír tu simple respirar.
Días que parecen semanas y mi mundo cae por no poder ser yo, por estar tan limitada, por evitar al mundo un mal mayor. Por todo, tener que dejar de ser yo.
Un simple roce, cualquier tipo de contacto, mi cuerpo lo rechaza, por miedo. No puedo, y nada sirve, el tiempo ha de pasar. Pero tu siempre lo cambias todo... siempre me provocas algo mas. Esta vez ese algo es bestial.
Te miro, e intento apartar la mirada.. nada sirve. Me quedo prendada de tu sonrisa, de tu mirada, de tu forma de moverte, y aunque nos separen algunos metros, no puedo parar de mirar. Parezco tonta, si lo se, pero quizás el amor no tenga demasiado de inteligente. El momento llega y te unes a mi, me miras, e intentas abrazarme, mi cuerpo lo rechaza, pero me besas.. y caigo en tu embrujo, ya me tienes atrapada.
Debo guardar las distancias a pesar de todo pero.. cuando me miras, se que ya lo he perdido todo. No me paras de mirar y yo intento seguir las demás conversaciones pero tu simple presencia me atonta los sentidos.
Mas tarde, te miro. Estas en el suelo, trabajando en tus pequeñas grandes cosas. Pequeños tesoros tan valiosos para mi que no tienen precio, por el simple hecho de hacerlos tu. En silencio nos levantamos y salimos a la calle, con un rumbo ya fijo sin necesidad de marcarlo. Caminamos rápido, pero sin prisa. Sin descuidar cada detalle, cada palabra que intercambiamos mientras caminamos.
Nuestro lugar de destino, nuestro lugar especial, nos sentamos no tan juntos como yo desearía, pero no puedo, y por primera vez eres tu quien me toca, su suave mano atraviesa la palma de la mía y mi cuerpo se estremece. Cierro los ojos, no puedo evitar sentir una oleada de sensaciones, sentimientos de júbilo, de paz, de deseo, de tantas cosas.. que realmente solo puedo contenerme cerrando los ojos.
Poco a poco las caricias son mas, y mas, pero nada mas, solo eso. Nuestra piel, nuestras manos, el roce de nuestra piel que cada vez que sucede me provoca que mis ojos se llenen de lágrimas, lágrimas de alegría. De poder sentirte cerca, de ser feliz a tu lado. De por fin poder abrazarte.
Tu de repente me miras con tus preciosos ojos y te extrañas al ver mi imagen sosteniendo tu mano contra mi cara, mis ojos llorosos y la cara algo tensa intentando contener las lágrimas. Te preocupas, me dices que me pasa, y... como explicar mi júbilo, mi alegría, mi emoción. Como explicar la soledad sentida, los abrazos perdidos, las horas de soledad, de tristeza que parece volatilizarse cuando tu estas cerca, cuando te veo a mi lado, cuando me miras, me tocas, me abrazas o.. me besas. ¿Cómo explicar que eres lo único que me hace ser feliz cuando nada mas puede hacerlo? Gracias JM.